RUTA DEL CASTILLO DE MANZANEQUE. 16/08/2009

MENCIONES ESPECIALES DEL DÍA:
1. Premio estrella Heineken: para Francisco, que a pesar de llevar poco tiempo montando en bici tiene una gran forma física.
2. Al pundonor I: para Andrés, que tras hacer un gran periplo en el Camino de Santiago, todavía tiene ganas de seguir montando en bici.
3. Al pundonor II: para Felipe, que tras su parada obligada por lesión, muestra unas ganas enormes de volver a coger una buena forma física.
4. A la solidaridad: para el Presi Julián, que sigue con sus servicios de ayudante y mecánico en ruta.

CRÓNICA DE LA RUTA: La jornada ciclista de este caluroso 16 de agosto la protagonizamos los siguientes 15 valientes (que no está mal el número a pesar de las vacaciones): José María, Israel, Velasco, Andrés, Julián Ventas, Julián García-Patos, Rafa, Wenceslao, Alfredo, Manolo Onieva, Nacho, Marcos, Jesús (recuperado de sus problemas de rodilla), Felipe (que también se ha recuperado de sus dolencias musculares) y Francisco (nueva adquisición burguillana). TOTAL: 2 h 54 min, 62’29 km, 21’3 km/h de media, 47’8 km/h de máxima.
- El agrupamiento en la zona de partida estuvo protagonizada en el día de hoy por la vuelta a la formación ciclista de Felipe que ya llevaba tiempo sin poder acompañarnos. También tuvo un momento de protagonismo el resumen destacado de la proeza realizada por Andrés en su Camino de Santiago (esperamos ver algunas fotos del acontecimiento), manifestando que es una experiencia muy bonita.

- A la hora de ponernos en marcha, después de esperar a Don Julián García-Patos que tuvo problemas con las ruedas o algo así, nos entraron un poco las dudas de siempre: ¿Dónde vamos? Y tras las deliberaciones oportunas se llegó a la conclusión de hacer una ruta llana puesto que hacía mucho calor, y entonces se optó por la Ruta del AVE de Manzaneque.

- Para comenzar la jornada nos dirigimos por el camino de la Ruta del Quijote dirección Nambroca. Ya nada más salir Israel tuvo problemas con el pedalier (se le aflojaban las tuercas de los pedales) y tras varias operaciones de montaje, Manolo, Julián Patos y el responsable del vehículo, repusieron el problema (que volvió a aparecer más tarde).

- Tras pasar por la parada del Quijote conocida como el Pozo de San Cristóbal, ya con un pedaleo más ligerito nos pusimos dirección Villaminaya, que fue la primera villa que cruzamos. En su caminar por el pueblo la gente autóctona del lugar se quedaba un poco perpleja al contemplar el bello grupeto que formábamos y nos animaban como si fuéramos un pelotón de la Vuelta a España (buena gente los pichilines).

- Una vez pasado Villaminaya y siguiendo la ruta del Quijote que sale por detrás del campo de fútbol del pueblo, nos pusimos con un ritmo de pedaleo más rapidito y llegamos a Manzaneque en un plis-plas. Pero cuál fue la sorpresa, que un pequeño grupito se retrasó por una avería en forma de pinchazo de la Lapierre de Alfredo (estas Lapierre del Pina se pinchan solas), por lo tanto tardaron un buen rato en llegar a la zona de descanso.

- En Manzaneque parece que estaban en fiestas, puesto que nos encontramos con una pequeña celebración y sobretodo destacó el alegre caminar de una chiquita de la zona que iba haciendo “eses” por las calles del pueblo ¡esta juventud!, este hecho hizo elevar la moral de la tropa puesto que nos echamos unas buenas risas (je, je, je, je) contemplando tan bello acontecimiento. Una vez que nos juntamos todos alrededor del Castillo de la localidad nos tomamos “la golosina” y descansamos un buen rato para reponer fuerzas. Allí en el Castillo nos hicimos unas fotos muy chulas que podéis contemplar.

- Para la vuelta nos dirigimos por el camino que nos llevaba en dirección a Orgaz, para así no volver por el mismo sitio. Una vez que llegamos a Orgaz se decidió seguir por el camino que discurre cerca de la finca de Retamar (Don Felipe siguió por carretera dirección otra vez Villaminaya, ya que quería rodar un poco más) y así dar un poco de marcha al cuerpo, puesto que se trata de un recorrido con muchas curvas, bajaditas y subiditas que resultan divertidas a pesar de la arena. Aquí se produjo una buena “esparramera” debido a que se realizó el recorrido a un ritmo muy vivo para hacerlo más ameno. Aquí tuvimos otra avería con otro pinchazo de otra Lapierre, aunque esta vez era la de Francisco ¡pedazo abrojo!. Y tras pasar por el puente Romano llegamos a Chueca donde hicimos el reagrupamiento general de todos.

- Una vez que nos juntamos todos nos dirigimos hacia Burguillos, donde en un principio íbamos bastante relajados para poco a poco ir acelerando y así apurar las últimas fuerzas del día. Este último recorrido se realizó a tope de velocidad llegando a nuestra villa en un abrir y cerrar de ojos, como quien dice. Ya en Burguillos nos juntamos en el puente de entrada para quedar el viernes a las 6 y así organizar “El día de la Bicicleta” del próximo sábado.

- En general se puede decir que hemos hecho una ruta sencilla para hacer buenos kilómetros.

- Próxima estación, a tomar aperitivos donde Anselmo.