RUTA DEL SOPLAO 2011. 21-05-2011

-CRÓNICA EN IMÁGENES-

Salida de Burguillos hacia el infierno..............Llegada al infierno cántabro.

Foto en la carpa de salida.........................Cenita previa a la carrera (Menú soplao)

Fiesta-baile típico primitivo.......................Concentración en la salida (7:oo horas)

Vista del pelotón.........................................Festejando con una gran hamburguesa

-CRONICA DE LA RUTA-

- Para este super acontecimiento deportivo, tuvimos a bien de juntarnos estas gratas personas: Óscar, Javier, Israel, Pedro Durán, Pedro Diesel, Andrés, Miguel (El Lobo), Antonio (Abuela Julia) y José Ramón (Mocejón).

- La primera toma de contacto se realizó en Burguillos City, donde dispusimos todo el material para emprender el viaje. Durante el trayecto "alguien" dijo que nos teníamos que beber 2-3 litros de agua el día antes, por lo que así hicimos y en el trayecto a beber-beber y beber y por lo tanto parar-parar y parar a cambiar el agua al canario... Pero bueno, se hizo muy ameno y llegamos sobre las 20'15 horas a Cabezón de la Sal.

- Encontramos la casa en la que nos hospedábamos y pudimos comprobar in situ su buenísima ubicación, a tan sólo unos metros de la salida-meta del soplao. Gracías Don Javier por tus buenas gestiones.

-Cenamos un "Menú del Soplao" (pasta y pollo) todos juntitos en un bareto bastente chulo, que estaba en la calle principal. Aquí ya observamos como se servía una enorrrrme hamburguesa y tomamos buena nota para saborearla en recompensa para el día siguiente después de cumplir nuestro objetivo.

- Nos dipusimos a repartir las habitaciones y a encaminarnos a dormir. Dormir quien dijo dormir (divino tesoro), pero no sé por qué será, si por los nervios, extrañar la cama... pero la mayoría, entre los que me incluyo, no pegamos ojo.

- RRRRIIIINNNNGGGG, son las 6'00 horas cuando suenan los despertadores y cada cuál empieza a hacer su particular rutina (desayuno, doping, ropa, agua...) para prepararse e ir a la línea de salida, puesto que queríamos situarnos bien.

- Ya estábamos colocados en la zona de salida sobre las 7'10 horas, casi una hora antes del comienzo de todo y ya había muchísima gente preparada, pero así pudimos disfrutar un poco más de todo. Fotitos de rigor, algo de frío y muchos nervios. Alguno a última hora se querían colar y tuvieron una buena reprimenda por parte del personal, saliéndose fuera de la fila con un buen cabreoooo.

- Son las 8 o'clock cuando suena una traca de pertardos indicando que empieza la jornada del infierno, pero sólo que en esta vez al final se encuentra la gloria. No podéis imaginaros el ambientazo que había, eso es para vivirlo señores (la piel de gallina). Y es que Los 10.000 del Soplao es de esos retos que te planteas realizar y que cuando estás metido en él, te odias a tí mismo por haberte dejado engañar por algún amigo, o por haber sido tú mismo el que se ha decidido a acudir a tan descomunal marcha. Pero que consigues finalizar, en tu tiempo, por tus medios y con tus propias fuerzas, en más o menos tiempo, y que cuando terminas te llena de orgullo, alegría, satisfacción de tal manera, que a pesar de que durante los primeros minutos reniegas de la prueba, y aseguras no volver, antes de lo que piensas vas a estar haciendo la inscripción para la siguiente edición. Por todo ello, he de decir que siempre quedará en mi memoria como el momento deportivo más bonito de mi vida, no sólo porque estoy satisfecho con el resultado, con el tiempo, con lo vivido, con la ilusión que he puesto, si no por toda la magia que rodeaba a todo y también por lo bien que nos salió a todos (ahí queda eso).

- Empezamos a dar pedales y ya casi desde el principio cada uno se fue ajustando a su nivel de fuerzas, siempre con mucha precaución para así no gastar la reserva y tener energía hasta el final, puesto que se trata de 165 kms de sufrimiento y más de 5.000 metros (visto en mi cuentakilómetros) de desnivel acumulado, que atraen a los bikers como la luz de las farolas a los insectos ó de otra forma como la miel a los osos...

- Y ale-ale a sufrir y a pasar los kilómetros de la mejor forma posible, cuidando mucho no pasarnos de desarrollo y a la vez comiendo y bebiendo muy a menudo para evitar pájaras y calambres.

- Yo particularmente he de manifestar que donde lo pasé peor fueron entre los kilómetros 40 al 80 más o menos, ya que empecé a tener uno dolores de estómago (por los geles o yo que sé) y puesto que me decía a mí mismo "ya voy hasta el culo" (perdonar la expresión) y todavía me queda más de la mitad, por lo que psicológicamente fue bastante duro.

- Así fueron pasando los kms sufriendo, pero cada vez sintiéndome un poco mejor, y cuál fue la sorpresa que me vino un problemilla nuevo, según parece me entró polvo en buje de la rueda de la bici y se me quedaba cuando no daba pedales frenáááá, como si tuviera piñón fijo. Pero llegué a un avituallamiento y en la asistencia mecánica tres tíos se pusieron con la bici, la desarmaron, quitaron piñones, engrasaron y como nueva. La organización como veis se merece un 10.

- Ya en la última subida de La Moral, con el subidón a tope de adrenalina se podía observar cerca el objetivo, me surgió otro asuntillo molesto en forma de calambres en los cuádriceps (en la vida me había pasao), así estirando y comiendo plátanos (unos doce) como me aconsejó Don José María y también cambiando de postura en la subida yendo de pie en la bici fuí subiendo el último coloso como un jabato.

-En la última bajada, nos juntamos un grupete de cuatro en el que sólo fuimos tirando 2 del grupo, pero deportivamente al cruzar la meta nos dejaron pasar los primeros sin sprintar (un detalle).

- La entrada (9 horas y 37 min.) E-S-P-É-C-T-A-C-U-L-A-R con gente animándote a tope, un ambientazo digno del Tour de Francia, es para vivirlo señores, tanto es así que pude observar en la meta a una niña con una camiseta que decía "Papá eres mi héroe", y estaba esperando a su padre que la cogió en la bici y entraron juntos en la metaaaa, que pasote.

- Preparar esta prueba y terminarla es un esfuerzo titánico, pero reavivar en las personas ese tipo de sentimientos es muy grande. Todos los que terminaron el soplao ese día conmigo son mis héroes... ¡Qué cursi! pero bueno me gusta.

- Después de la ducha y comida me junté con Don Andrés y Pedro Diesel disfrutrando del ambiente, de la gente, animando a todos los que entraban, valorando mucho su esfuerzo, emocionándome con sus abrazos, con sus objetivos cumplidos y con todo eso que forma EL ESPÍRITU DEL SOPLAO.

- Bueno esta es mi experiencia, ahora toca que los demás compañeros-héroes burguillanos cuenten un poco el tema desde su punto de vista.

-Un saludito y a cuidarse.