- CRÓNICA DE LA RUTA-
- En este último finde del mes de mayo, nos hemos reunido un nutrido grupo del pelotón burguillano, en torno a 17, así por un lado: Javi, Pedro Durán, Israel, Felipe, José Mari, Marcos, Julián García-Patos, Andrés, Roberto y Jesús Regidor (ya ha madurado y se ha hecho galáctico) y por otro: Velasco, Emilio, Emilio Júnior, Rafa, Julián Presi, Sigfredo y Pedro Diesel (en su retorno al club). No sé si me habré dejado a alguien por ahí de este grupete, si es así que se manifieste y que nos cuenten algo de por dónde han ido.
- Bueno pues, con horario de verano 8:40 h., nos pusimos en marcha hacia nuestro objetivo del día, el Cerro Asland, que siempre lo hemos visto desde la carretera de Madrid y ya teníamos ganas de plantar nuestra bandera y pasarlo a territorio conquistado. El jefe de ruta era Don Roberto, que al ser de la zona (Mocejón) se conoce el territorio (o eso parece) como la palma de la manita de su nene.
- Eran casi casi las 9 cuando pasamos por Nambroca City, estaba desierto, sólo pudimos apreciar las banderitas, cochecitos y demás artilugios festeros, pero ni una rata por la calle (nos acordamos del Lobo pero estaba en su madriguera).
- Bajamos al Polígamo para coger el camino que se dirige al túnel del AVE, todavía por aquí es terreno conocido, pero poco después ya nos pusimos de frente hacia la meta del día que se dislumbraba a lo lejos, parecía que estaba ahí al ladito, pero nos costó llegarrrr, porque teníamos que atravesar el río Tajo, y sabéis por donde???? qué valientes que somos, por un puente donde van las vías del tren, sólo había un huequín para pasar con la bicicleta, si mirabas hacia abajo te "cag_ _ _ _ por la patita abajo" por lo que este tramo se hizo largoooo. También por estos lares del viaje tuvimos avería en la Super Connor del Señor del bigote, pero sólo era un pinchacín, aire y más aire y aleeee.
- Una vez pasado Villaseca (o era Villasequilla) ya nos dimos de "narices" con el famoso Cerro Asland, Don Roberto nos condujo por una serie de subes-bajas que parecían la montaña rusa, cuando los coronábamos y nos tocaba bajar se nos ponían de corbata puesto que tenían un desnivel de aúpa. También conocimos unas subidas de yo que sé cuanto porcentaje que las bautizamos con el nombre de: "subidas no tenéis sangre en las venassss", que se hacían muy costoso poder treparlas. Pudimos apreciar cómo es la arena Lunar, grisácea y muy rugosa, como la del Cerro Asland.
- Llegamos a la cima tras realizar una pequeña subida parecida a la de los molinos de Nambroca, allí nos hicimos la fotito de rigor, tomamos la golosina, vislumbramos el bonito paisaje y aprendimos a montar en parapente (es broma sólo observamos como lo hacía o más bien lo intentaba un señorito). En la bajada Don Roberto nos quiso deleitar por unas vereditas un poco complicadillas (había pájaros en lo alto esperando a que alguien se cayera para darse un festín), que más de uno y de dos y de tres se echó paaaa atrás y se fue por otros derroteros más sencillos, la verdad es que se trataba de una zona bastante dificultosa, con una vereda parecida a la de la sierra de Burguillos (no de Nambroca) pero con mucha más inclinación que te ponía los pelos de punta.
- Bajamos y ya nos dispusimos a realizar la vuelta, eso sí, por otro sitio distinto discurriendo esta vez por las cercanías de Olías y del barrio de San Francisco. Esta zona tenía una subida bastante larga y adornada con arenita linda que todavía hacía más difícil su rodar. Al rato pasamos por el asentamiento gitano de San Francisco que parece ser que está en un antiguo hospital (o algo así), y lo realizamos todos juntitos y bien agrupaditos para lo que pudiera pasar.
- Visitamos el restaurante de las Torres III (nos acordamos de acontecimientos celebrados), y ya dirección de Azucaica. Qué ocurrió entonces, Pedrooooo, Pedroooo (parecíamos la Penélope Cruz en los Óscar) y Pedroooo tiróóóó pa abajo y no nos oyó, así que aquí nos dividimos, los que siguieron en buena dirección y Roberto y yo que nos fuimos en busca y captura del fugado. Cuando le dimos caza teníamos tres opciones o volver a subir, a la derecha por terrero desconocido, o hacer la cabra y atravesar un par de montes. A que no adivináis lo que hicimos???? Pues que va a ser, la cabra, y fuimos atravesando unos cuantos montes sin camino ni na hasta encontrar el bueno que nos llevaba a Azucaica.
- Pasamos por la rotonda de Santa Bárbara y trepamos a Burguis por el caminín del guardarrailes que nos llevó a nuestra villa en un santiamén. Eran las 13:20 horas cuando nos despedimos y cada mochuelo se fue a su olivo.
- Un saludito y cuidarse.