RUTA DEL PANTANO DE VILLAMUELAS

CRÓNICA DE LA RUTA: La jornada ciclista de hoy la protagonizamos los siguientes 24 personajes (casi somos ya un pelotón del Tour): Felipe, Andrés, Israel, José Mari, Velasco, Jesús, Julián Ventas, Sifredo, Julián García-Patos, Rafa, Wenceslao, Javi, Alfredo, Manolo Fernández (1), Manolo (2), Antonio, Nacho (nuevo, vecino de Juan Pablo II), Gerardo (nuevo, hermano de José Mari) y 6 nuevos acompañantes venidos de Nambroca City que nos han acompañado. TOTAL: 3 h 17 min, 71’54 km, 21’6’6 km/h de media, 49’6 km/h de máxima.
MENCIONES ESPECIALES DEL DÍA:
1. Premio estrella Heineken: para Gerardito “el Chico” que ha sorprendido a propios y extraños con su buena forma.
2. Al pundonor I: para Alfredo, que a pesar de tener dolores de rodilla aguantó heroicamente hasta el final. Todos esperamos ver pronto que aparezca el deportista que lleva dentro.
3. Al pundonor II: para Nacho (vecino de Juan Pablo II) por saber llegar hasta el final, con paciencia y sin titubeos.
4. Al premio de la montaña: para galácticos Made in Burguillos, por defender la bandera burguillana.
5. A la solidaridad: para el Presi Julián y Wenceslao, que ayudaron a hacer más fácil el recorrido a más de uno.

6. Al esfuerzo extra: a aquellos que subieron al Castillo de Almonacid, por su generosidad en el derroche de energía.
La llegada a la zona de partida estuvo amenizada en esta ocasión por el gran alboroto que provocaba el numeroso grupo que formábamos para este día bastante caluroso, por cierto. También tuvo relevancia en esta jornada de inicio el comentario de lo bien que les quedaba la equipación a Don Alfredo y Manolo, que la lucían por primera vez.
Después de las anécdotas de inicio y como casi siempre, nos entraron las dudas de hacia dónde dirigirnos, pero como buenos anfitriones que somos nos dejamos llevar por la sugerencia de los nuevos compañeros de Nambroca de ir al Pantano de Villamuelas, ya que ellos se la conocían bien y nos comentaron que era una ruta muy buena. Por lo tanto jefes de ruta del día fueron Nambroca Boys.
Para empezar la ruta del Pantano de Villamuelas, nos pusimos en marcha por el súper-conocido por la peña y por las bicis que van solas, como es la vía de servicio de la autovía de los viñedos. Comenzamos con un ritmo de pedaleo muy bueno marcado por los señores jefes de ruta, el cual nos condujo muy pronto hasta Almonacid. Una vez que cruzamos esta primera villa, nos fuimos dejando llevar por una serie de caminos (entre tanto nos encontramos con unos caballos y sus potrillos) que nos llevaron hasta una bajada con muchos altibajos, piedras, baches, retamas, etc., pero muy muy chula. Durante su recorrido, pusimos a prueba nuestras bicis con derrapes varios, saltos sin tocar el suelo, con aproximaciones de caídas (hay quién dice que alguno tocó suelo), pero muy divertidas. Más de uno manifestó que también sería de buen gusto probar otro día esta ruta pero en sentido contrario.
Después de esta especie de montaña rusa, llegamos a un puente de madera donde nos encontramos con otros tres ciclistas. Fue allí donde nos reagrupamos todos, nos juntamos tantos encima del puente que parecía que le íbamos a hundirrrr, por lo que tuvimos que salir rápidito por precaución. Aquí fue al final donde hicimos nuestra paradita reponedora, nos tomamos nuestra “golosina” y fuimos comentando los detalles más sabrosos de la bajadita realizada.
Una vez que se repusieron las fuerzas, nos pusimos en marcha con una cuestecilla de varios kilómetros que hizo estragos en el pelotón, ¡¡¡¡vaya esparramera!!!!. No sin sudar lo suyo, llegamos hasta la localidad de Villamuelas que la dejamos al fondo. Una vez reagrupados todos de nuevo, los que fueron llegando de los últimos manifestaron su disgusto porque no los dejábamos respirar, puesto que cuando llegaron al grupo ya se empezó otra vez la marcha.
La siguiente parte que nos encontramos en el recorrido, fue la última bajada del día que discurría por un tramo asfaltado que nos llevó en un santiamén hasta el Pantano de Villamuelas. Allí se pudo disfrutar de unas bellas vistas, el pantano contaba con bastante agua y para que lo sepa todo el mundo allí hay un kiosco con unas mesitas ideales para tomar algo.
Una vez que pasamos el pantano, sonó un cántico de batalla (titiiiiiiiiiiiii) lo cual supuso que los chicos Made in Nambroca pusieran un ritmo de pedaleo que ¡¡¡¡madre mía del amor hermoso!!!! hizo estragos en el pelotón. La batalla tuvo lugar por un recorrido de subida, que aunque no era muy dura, hizo bastante mella en el grupo puesto que se hizo a un ritmo fuerte, con bastante arena en algunos tramos y con ya unos cuantos kilómetros en las piernas. Pero al final, los chicos Made in Burguillos pudieron aguantar el envite bastante bien e incluso echar un órdago a grande (que se ganó por cierto) en el tramo final antes de llegar de nuevo a Almonacid.
Fue en Almonacid donde se reagrupo de nuevo todo el pelotón, algunos bastante castigados por el recorrido realizado. Y ya después de reponer agua fresca y de hacernos una foto bien chula con el fondo de la iglesia de la localidad, nos pusimos camino de Burguillos City por el recorrido de la ermita. Esta última parte de la ruta, se fue haciendo pesada para algunos miembros de la peña, ya que era la última parte y las piernas estaban un poco castigadas. Poco después de pasar el pozo de San Cristóbal se despidieron los acompañantes de Nambroca.
Cuando ya estábamos llegando a Burguillos, se decidió que sería interesante que entráramos todos juntos en el pueblo para hacernos notar un poco. La idea funcionó muy bien y en el discurrir por la localidad, cuando nos veían la gente se quedaba prendada del pelotón tan magnífico que formábamos. Al final nos juntamos en la plaza para hacernos la foto más oficial hasta ahora del grupo, puesto que nos juntábamos casi todos en el día de hoy. En general, ha salido una ruta muy completa.
Para terminar, próxima parada los pinchos de Don Anselmo.