domingo, 28 de junio de 2009

CRÓNICA DE RUTA DE LA SIERRA DE LAYOS



CRÓNICA DE LA RUTA: La jornada ciclista de hoy la protagonizamos los siguientes 18 (esto va en aumento) personajes: Felipe, Andrés, Israel, Velasco, Jesús, Julián Ventas, Sifredo, Julián García-Patos, Rafa, José Marcos, Javi, Alfredo, Manolo (1), Manolo (2), Gustavo y dos señores hermanos ellos (lo siento no sé como se llaman) que nos han acompañado por primera vez en esta ruta accidentada. TOTAL: 2 h 55 min, 51’61 km, 17’6 km/h de media, 45’5 km/h de máxima.
La llegada a la zona de partida, estuvo amenizada en esta ocasión por la puesta de largo de la nueva súper-equipación, algunos ya la llevábamos puesta de partida y otros tuvieron que ponérsela en casa de Felipe. Madre mía, pero que guapos íbamos todos, si parecíamos alguien importante, vamos mejor uniformados que el ASTANÁ… Aunque más de uno y de dos mostró un poco su disconformidad por la aparición de improvisto de publicidad no esperada en un principio (Carrasco es ciclismo).
Cuando ya nos pusimos de acuerdo en la ruta a realizar, que era la de la subida a la Sierra de Layos, comenzamos el camino de la Sierra de Burguillos en un principio para ir tomando nota y fuerza de las subiditas que nos esperaban. Fuimos tomando un ritmo de pedaleo muy ligero, que nos llevó hasta la cadena situada en la falda de la Sierra de Burguillos. Una vez reagrupados todos allí decidimos no subir el fuerte repecho principal que llega hasta arribota, para seguir por toda la falda de la sierra, que a pesar de estar en término de nuestra localidad mucha gente era la primera vez que se encontraban con estos caminos (hay que conocer más nuestro términoooo). Continuamos por todo el recorrido de la falda, hasta cruzar por el camino que va entre la Sierra de la Piedra Blanca y el Cerro Gordo (allí Javi tuvo una intentona de subida pero echó pie a tierra, está muy duro).
Ya fuimos dejando a nuestra espalda las sierras burguillanas para afrontar la llegada a la finca de Alimán, pero antes durante el trayecto tuvimos una pequeña avería en forma de reventón de Don Velasco (fue una premonición de lo que te esperaba, reventarrrr, je, je, je, je). Una vez situados en la finca de Alimán tuvimos un paso un poco acelerados entre unas vaquitas un poco grandes, que te miraban con una carita de decir muuuu que daba miedo.
Ya pasada la finca de Alimán, nos pusimos con una cadencia de pedaleo muy fluida hasta llegar a la villa de Ajofrín. Una vez allí, ya nos colocamos por el camino de Layos para ponernos a mirar de frente y sin miedo a nuestro próximo reto (El puerto de la Sierra de Layos). Cuál fue la sorpresa, cuando nos enteramos que algunos se echaron atrás antes de tiempo y no se vieron con fuerzas de arremeter con la BEEEESTIA del día (La Sierra de Layos). La fuimos bordeando por la izquierda hasta llegar a un camino situado a la derecha, que estaba bastante malo por estar lleno de piedras, pero que nos conducía hacia la gran ascensión y afrontar la subida del repechito (algunos no opinarán lo mismo, por eso de repechito). Allí casi todo el mundo echó pie a tierra, estaba muy pedregoso y a su vez con una gran pendiente de por lo menos un 17%. En el repechito tuvimos el altercado más gordo del día, la cadena de Javi hizo chaaaassss y se partió en dos, pero tras varias maniobras de los manitas de turno y gracias a un gran invento (una especie de ganchito que hace mucho más fácil el montaje de los eslabones), se arregló el problema aunque perdimos una media hora.
Ya pasado el protagonista del día (el repechito) nos pusimos en plena faena visual, ya que desde lo alto se podía disfrutar de un paisaje estupendo que agradecían nuestros ojos. Y como no, después de subir hay que bajar, por lo tanto nos pudimos relajar un rato dejándonos llevar por nuestras cabritas, hasta llegar a la última subida del día, situada ya fuera de la Sierra de Layos y que discurre entre un pinar muy bonito.
Después de todo el discurrir por la Sierra de Layos y a pesar de las notas discordantes mostradas por la dureza del recorrido, ¡señores! ya podemos contar a nuestros nietos que hemos subido la Sierra de Layos en bicicleta…
Una vez que dejamos a la BESTIA a nuestra espalda, nos pusimos camino de Layos para llegar a la villa en un Plis-Plas. Allí en la plaza central, hicimos nuestra paradita de costumbre para descansar, reponer agua, tomar nuestra golosina y de esta forma recuperar fuerzas. Después de varias llamadas telefónicas, nos enteramos de que el Presi, Alfredo, Sifredo y Jesús ya se habían puesto camino de Burguillos para llegar pronto a los pinchos de Don Anselmo.
Cuando nos pusimos de nuevo en marcha, ya empezaron a aparecer dudas de si íbamos a llegar hasta nuestro próximo objetivo: el Valle. Nos encaminamos derechitos hacia Cobisa por el camino que sale por detrás del cementerio de Layos, y cuando llegamos a los depósitos de Cobisa hubo una pequeña estampida de algunos miembros de la ruta puesto que manifestaban que ya habían cumplió por hoy (alguno más con bigote hizo amago de darse la vuelta pero luego rectificó).
Al final sólo quedaron los 8 magníficos, que se pusieron camino de la Pozuela por la vereda de la casa ruinosa hasta llegar a la Ruta del Quijote, donde se tomó la determinación final de no bajar hasta el Valle puesto que se nos hacía un poco tarde para llegar a los pinchos de Don Anselmo. Una vez que llegamos a Burguillos nos hicimos una foto oficiosa en el Portón de la Plaza, que por cierto ha salido muy bonita.

En definitiva una ruta muy bonita, a pesar la dureza para algunos.

2 comentarios:

  1. creo que la peña quedo un poco cansada de la etapa, arriba de la sierra se veia todo muy bonito lo dificil era subir, haber si para este domingo hacemos una ruta mas suave.(donde estabas wencesssssssss.)ami me gusto.

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